jueves, 15 de mayo de 2014

A un hombre de gran nariz -- Francisco de Quevedo

Poema que Francisco de Quevedo escribió a Góngora, ricudilizando esa nariz peculiar que tenía Góngora.
 
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.


Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón mas narizado.


Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera deito.

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