lunes, 19 de mayo de 2014

Más trabalenguas



Borracho un ratón robó
un ramo de rosas rojas.
El rabo se le enredó
y rodó de rosa en rosa.


El burrito barrigón
ayer se dio un resbalón.
Por andar detrás de un carro,
se cayó dentro del barro.
¡Qué burrito picarón,
el burrito barrigón!


El perro perra encontró pera,
pero perro perra peras no come,
en cambio perra perro peros
no encontró para comerse
la pera que perro perra dejó.

TRABALENGUAS


Erre con erre cigarro
erre con erre barril
rápido ruedan los carros
cargados de azúcar del ferrocarril.



Y resultó que en el Romance Río Arriba,
Ramón representó a un terrateniente
que arreaba rumiantes en su remoto rancho.
Ramón, realizado, recuperó su sonrisa.


Un burro comía berros y el perro se los robó, el burro lanzó un rebuzno, y el perro al barro cayó.


Parra tenía una perra. Guerra tenía una parra.
La perra de Parra subió a la parra de Guerra.
Guerra pegó con la porra a la perra de Parra.
Y Parra le dijo a Guerra:
¿Por qué ha pegado Guerra con la porra a la perra de Parra?
Y Guerra le contestó: Si la perra de Parra
no hubiera subido a la parra de Guerra,
Guerra no habría pegado con la porra a la perra de Parra.


Por desenredar el enredo que ayer enredé, hoy enredo el desenredo que desenredé ayer.



 
Había un perro
debajo de un carro,
vino otro perro
y le mordió el rabo.
corre, corre por la calle arriba,
corre, corre por la calle abajo.


Perejil comí
Perejil cené
¿Cuándo me desperejilaré?


Un carro cargado de rocas
Iba por la carretera haciendo
Carric, carrac, carric, carrac

ADIVINANZAS


¡Ahí van tres adivinanzas! Adivina, adivina...

Rompe y no tiene manos, corre y no tiene pies, sopla y no tiene boca, ¿Qué te parece que es?

Ruedo, ruedo y en los bolsillos me quedo.


Redondo, redondo como un pandero, quien me toma en verano debe usar sombrero.

jueves, 15 de mayo de 2014


El lobito bueno-- José Agustín Goytisolo





Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.

Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.

Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés

A un hombre de gran nariz -- Francisco de Quevedo

Poema que Francisco de Quevedo escribió a Góngora, ricudilizando esa nariz peculiar que tenía Góngora.
 
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.


Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón mas narizado.


Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera deito.

El sapo verde -- Carmen Gil



sapo verde
Ese sapo verde
se esconde y se pierde;
así no lo besa
ninguna princesa.


Porque con un beso
él se hará princeso
o príncipe guapo;
¡y quiere ser sapo!


No quiere reinado,
ni trono dorado,
ni enorme castillo,
ni manto amarillo.


Tampoco lacayos
ni tres mil vasallos.
Quiere ver la luna
desde la laguna.


Una madrugada
lo encantó alguna hada;
y así se ha quedado:
sapo y encantado.


Disfruta de todo:
se mete en el lodo
saltándose, solo,
todo el protocolo.



Y le importa un pito
si no está bonito
cazar un insecto;
¡que nadie es perfecto!


¿Su regio dosel?
No se acuerda de él.
¿Su sábana roja?
Prefiere una hoja.


¿Su yelmo y su escudo?
Le gusta ir desnudo.
¿La princesa Eliana?
Él ama a una rana.


A una rana verde
que salta y se pierde
y mira la luna
desde la laguna.